28 de noviembre de 2009

Entrenamiento en altura

El otro día me entraron ganas de subir a la preciosa sierra madrileña para hacer un entrenamiento de calidad y encima potenciar mi hematocrito, que debe estar por los suelos con tanta competición. La sierra de Madrid me encanta, siempre lo he dicho, porque me hace olvidarme de Madrid. Es una desconexión absoluta del mundanal ruido de la capital, no te da la impresión de estar hablando de la misma provincia. Madrid me cansa, pero cuando voy a la sierra me siento afortunado de vivir en Madrid. Respiras aire fresco, está todo verde, aparecen las primeras motitas de nieve....todo muy bonito!

Esta mañana me he despertado tarde, a eso de las 9:30. Ayer fui a cenar a La Gabinoteca (sitio muy recomendable para cenar, aunque el ambiente pijo que se respira echa un poco para atrás...) y entre pitos y flautas acabamos a la 1:30. Después de 12 km de entrenamiento, mis ojos se cerraban y no di tregua a prolongar la noche. Un buen cafelito con leche y tres tostadas de mantequilla y mermelada después, dirigía mi vehículo por la M-607 camino de Miraflores. El objetivo era dejar allí el coche y subir por el borde de la carretera hasta la cima de la Morcuera. Cuando he salido el día estaba invernal a más no poder y a medida que me acercaba a la sierra, el termómetro se desplomaba. Eso sí, a ningún ciclista le ha hecho cambiar de opinión pues el carril bici rebosaba gente...

He dejado el coche en Miraflores, abandonándolo a unos fríos 0,5 graditos. Con todo el equipo de invierno encima me he puesto piernas al camino y para arriba. Hay que decir que para este tipo de entrenamientos hay que ser conscientes de que cuesta arriba sobra todo y cuesta abajo te falta ropa. Así que con esto en mente, llevando orejeras y Buff en mano y un poco despechado, he empezado a subir. Al principio ligero, ritmos por debajo de 5min/km. Luego y a medida que la inclinación se tornaba más agresiva a un ritmo un poco menos vivo.

Ha sido espectacular cuando a unos 1300 m de altitud (se sale desde 1100) he dejado por debajo de mí la nube que ocultaba el precioso día. De ahí en adelante, a disfrutar. Que sol, que buen día, que verde todo, que aire tan fresco, cómo me gusta todo esto...Ha sido una pena entrenar solo y no poder compartir este entrenamiento con mis amigos Juan o Pablo o con mi hermano Gorka, porque esto hay que disfrutarlo con más gente...pero yo, en mis adentros, he disfrutado como un enano mientras sufria por encontrar oxígeno para mis músculos y fuerzas para "trepar".

La cumbre la he alcanzado en unos notables 44 minutos, no está nada mal. 8,8 km de subida a un ritmo de 5min/km, o en km/h unos 12. Gracias a mi GARMIN 205 (qué gran bicho, es lo mejor que puede tener un deportista de aire libre) he consultado mi primera subida del 2009 en bici a La Morcuera. Entonces hice 34 minutos. Comparativamente no está nada mal, no creéis?.

Arriba, pequeña pausa para equiparse en modo invierno y a afrontar la bajada. Gracias al sol no he tenido esa habitual sensación de frio tan desagradable. Poco a poco he ido bajando y al contrario de lo que pueda pensarse, cuanto más abajo, menos sol y más frio. La bajada ha sido pan comido, marcando un ritmo medio en los 8,8 km de 3:45. Eso sí, sin forzar lo más mínimo. al final han salido unos 17,5 km. Estiramientos y para casa, con la sensación de haber hecho un buen entrenamiento y haber salido de mi rutina de entrenamientos urbanos.

Ójala se repita más a menudo y encuentre a alguien que se quiera a apuntar.

Os dejo el gráfico de altimetría y el de ritmos:





2 comentarios:

karkajadas dijo...

Si al final te va a gustar esto de correr por la montaña,jeje.
Saludos.

juanez dijo...

Davitxu, cuando me ponga bueno del tobillo me voy contigo a la morcuera!

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